¿Quieres una clase ordenada? Permite que se desordenen primero. (I) Notas prácticas.

En vez de decir a los niños: “¡Muévete!” o “¡Córrete para atrás!” e intentar ordenarles, nos paramos durante unos segundos y les pedimos que miren a su derecha y a su izquierda y que, en vez de decirles a los demás lo que tienen que hacer, sean ellos quienes se muevan y busquen un lugar desde el que el grupo esté “bien”. ¿Qué puedes hacer tú para que el círculo este ordenado? Se observan y dirigen su movimiento hacia el círculo. 

La misión de la educación actual es ofreces espejos.

La misión de la educación no es ofrecer caminos sino ofrecer espejos; lugares desde los que encontrar nuestro centro sincero y poder crear desde ahí. Si queremos que los alumnos sean singulares y auténticos quizás, hemos de mostrarles la valentía del ser auténticos, la marejada que nos lleva a confiar en el fluir del mar. Los maestros tenemos que estar atentos a eso y ser conscientes de que “el maestro es un fuerza que imprime su resultado pasados varios años“. Tenemos que preparar a los alumnos para ese estado de ser en el mundo, para ese habitar la vida desde la consciencia. Es por eso que tenemos que educarles para SER, no para parecer o estar.

Ascender de nuestra familia. El poder de las palabras.

Al decir que descendemos, de alguna manera, sentimos que nos vienen dadas las maneras que nos definen y nos sentimos segundos en el plano de la vida; como que han sido nuestros ancestros quienes nos han hecho ser de esta o aquella manera. Sin embargo, ¿Cómo nos sentimos si decimos que “ascendemos” de nuestros padres?…Leer más Ascender de nuestra familia. El poder de las palabras.

El aula donde trabajas te mostrará lo que eres.

Así pues, no olvidemos nunca que el aula es una micro-sociedad y en ella se ven reflejadas las personalidades de la misma. En una misma clase estarán el tierno, el agresivo, el nostálgico, el dulce, el soñador, el dogmático… todos estarán ahí. El ambiente que allí se genere dependerá de cómo sea el maestro. No se confundan. La diferencia entre una aula y otra no viene dada porque los niños sean mejores en o peores en cada una, eso no es así. La diferencia siempre la pone el maestro.